TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (TEPT)
El TEPT puede desarrollarse tras experimentar un evento que amenaza la vida, como un ataque, accidente o desastre natural. Algunos signos comunes incluyen:

• Reexperimentación: Flashbacks, pesadillas o recuerdos intrusivos del evento. Esto puede venir acompañado de emociones intensas como ira o miedo, y síntomas físicos como sudoración o latidos rápidos.

• Evitación: Tratar de evitar pensamientos, conversaciones, lugares o actividades que recuerden el trauma. Puedes sentirte desconectado de tus seres queridos o perder el interés en cosas que antes disfrutabas.

• Hiperactivación: Sentirte constantemente en alerta, tener dificultades para concentrarte, dormir mal o asustarte fácilmente con ruidos fuertes.

Si reconoces estos patrones en ti, pueden estar afectando profundamente tu vida diaria y tus relaciones. La terapia—ya sea en línea o presencial—puede ayudarte a recuperar el control y encontrar alivio.

TRAUMA COMPLEJO

Si tus experiencias traumáticas ocurrieron durante la infancia o fueron prolongadas, esto puede dejar cicatrices emocionales más profundas, conocidas como trauma complejo. Además de los síntomas similares al TEPT, puedes experimentar:

• Problemas de confianza: Dificultad para formar relaciones cercanas o confiar en los demás.

• Regulación emocional: Problemas para gestionar emociones intensas, sentirte abrumado o adormecido.

• Problemas de autoestima: Sentimientos de estar roto, de vergüenza o de profundo desmerecimiento.

• Disociación: Sentirte regularmente desconectado del momento presente, como si estuvieras en "piloto automático".

Para los expatriados, el trauma complejo puede ser especialmente desafiante, ya que la desorientación de vivir en un nuevo entorno puede amplificar estas emociones. La terapia que aborde tanto el trauma como los factores estresantes específicos de la vida de expatriado puede ayudarte a avanzar y construir relaciones más saludables, dondequiera que estés.

‘TRAUMAS CON T MINÚSCULA’

No todo trauma implica peligro de muerte. A veces, experiencias profundamente angustiosas—como traiciones, acoso o negligencia emocional—pueden tener un impacto profundo en la forma en que nos vemos a nosotros mismos. Estos traumas con t minúscula pueden dañar nuestra autoestima y confianza, haciendo difícil sentirnos bien con quienes somos y llevar a creencias y expectativas que limitan nuestras decisiones. Esto puede ser especialmente difícil para los expatriados, que ya están luchando por encontrar su identidad en una nueva cultura.

No importa el tipo de trauma, si está afectando cómo te sientes contigo mismo o con tus relaciones, merece atención.

SÍNTOMAS FÍSICOS Y FOBIAS

El trauma no solo vive en la mente; también puede manifestarse físicamente. Problemas de salud a largo plazo como el dolor crónico o la fatiga pueden estar vinculados a traumas no resueltos, especialmente si ocurrieron en la infancia. Además, el trauma puede llevar a fobias—miedos intensos a objetos, situaciones o actividades específicas—lo que puede hacer que la vida diaria se sienta extremadamente limitada. Como expatriado, navegando ya situaciones desconocidas, esto puede resultar aún más abrumador.Trauma doesn’t just live in the mind; it can show up physically too. Long-term health issues like chronic pain or fatigue can sometimes be linked to unresolved trauma, particularly if the trauma occurred in childhood. Additionally, trauma can lead to phobias—intense fears of specific objects, situations, or activities—which can make daily life feel incredibly limiting. As an expat, where you may be navigating unfamiliar situations already, this can feel particularly overwhelming.